¿Cuándo abrieron las primeras tiendas insignia?
Las flagship stores son una idea que apareció en los años 80, cuando las marcas de lujo comenzaron a apreciar la necesidad de tener tiendas en la calle principal de su ciudad donde la venta de productos no fuera la razón principal de las visitas. Lo que los consumidores buscarían en estos puntos de venta sería una experiencia envolvente y altamente diferenciada. La idea detrás del concepto en sí era muy básica: un escaparate principal que simbolizara la esencia de la marca en su forma más pura. Este concepto se desarrolló como resultado de la necesidad de sobresalir en un entorno comercial que se estaba volviendo más saturado y competitivo.
La primera Flagship Store
La primera flagship store moderna fue la tienda de Apple en la Quinta Avenida de Nueva York, inaugurada en 2006. La tienda no era tan importante por las ventas como por la arquitectura icónica y cultural, con millones de visitantes al año. La tienda se concibió como algo más que un lugar para vender los productos de Apple: se diseñó como un centro social y como una experiencia.
Justificando una inversión muy costosa
Hoy en día, las tiendas insignia son muy importantes por una serie de razones vitales para el marketing y el branding. hemos de entender que la dinámica en evolución del e-commerce ha cambiado drásticamente el comportamiento de compra del consumidor.
A pesar de la comodidad y el alcance de las compras online, junto con las opciones que pueden no estar disponibles en ningún otro lugar, simplemente no hay manera de reemplazar la alegría personal y social de ir a una tienda en persona. Aquí es donde intervienen las tiendas insignia.
Las tiendas insignia ofrecen una experiencia total e inmersiva de la marca que no se puede emular online. Estas tiendas permiten que las marcas presenten sus productos en un ambiente controlado creativamente, en el cual todos los aspectos, desde la exhibición de los productos hasta el diseño del espacio, están en armonía con la identidad de la marca.
No se puede ejercer tanto control en el espacio digital, donde las distracciones de factores externos pueden a menudo neutralizar el efecto del mensaje de la marca. Hay varias justificaciones que pueden dar a la razón para invertir en construir tiendas insignia.
Primero, se trata de laboratorios de marketing a través de los cuales la marca puede probar nuevas ideas, conceptos y productos. Las observaciones y las lecciones aprendidas de las operaciones de estas tiendas pueden luego informar e influir en otras áreas de la empresa.
Por otro lado, las tiendas insignia generalmente están situadas en ubicaciones icónicas y concurridas, lo que resalta y aumenta la notoriedad de la marca.
Se sabe que la experiencia del cliente es clave. En un informe reciente publicado por PwC, se observó que el 73% de los consumidores consideran que la experiencia del cliente es importante en su proceso de toma de decisiones de compra.
Las tiendas insignia están diseñadas de tal manera que proporcionan experiencias excepcionales que tienen la capacidad de establecer la lealtad hacia la marca y asegurar una buena palabra de boca. En ese sentido, la inversión en tales tiendas es capaz de dar altos dividendos en el futuro previsible.
Objetivos de los flagship store
Hay algunas cosas que las marcas quieren hacer con las flagship store. Por un lado, quieren mostrar sus valores y marca. Las tiendas son el lugar donde la marca puede contar su historia de la manera más material y memorable posible. Cada uno de los elementos en ese lugar, desde la arquitectura hasta el diseño, se elige y modela con precisión para que pueda contar el mensaje de la marca de manera inequívoca y fuerte.
Otro objetivo clave es la diferenciación. En un mercado competitivo, es muy importante diferenciarse. Las tiendas bandera ayudan a la marca a proporcionar una experiencia que simplemente no se puede encontrar en ningún otro lugar. No solo atrae a los consumidores, sino que también establece la impresión de que la marca es de la categoría número uno y la más innovadora.
El segundo objetivo principal es la construcción de la comunidad. Las tiendas insignia no son un simple punto de venta; más bien, son un punto en el que se crean experiencias de marca y experiencias de marca para el consumidor. Las marcas organizan eventos, talleres y otras interacciones en tiendas insignia que se utilizan para crear una base sobre la que conectarse con la comunidad y las personas. Esta interacción, especialmente en la era de las redes sociales, se convierte en un facilitador para crear experiencias que las personas compartan en sus redes y, por lo tanto, contribuyan a ser un multiplicador de la fuerza y el impacto de la marca.
Las flagship stores también son instalaciones de aprendizaje. Los retailers utilizan las tiendas para educar a los consumidores sobre sus productos, de dónde vienen los productos y los valores que la marca representa. Por ejemplo, una marca de tecnología tendrá áreas interactivas donde los consumidores pueden experimentar con los últimos gadgets, mientras que una marca de moda tendrá vitrinas que muestran el proceso de diseño y fabricación. No solo informa al consumidor, sino que también lo emocionaliza con la marca.
Finalmente, las tiendas insignia son una buena manera de generar publicidad y relaciones públicas. La apertura de una nueva tienda insignia suele ser un evento al que asiste la prensa, y la tienda en sí misma se convierte en un evento al que asiste la prensa, lo que lleva a una mayor conciencia de la marca desde la prensa. Además, las tiendas pueden convertirse en una atracción turística por derecho propio, atrayendo a visitantes de todo el mundo y, por lo tanto, creando una marca aún mayor en los mercados extranjeros. Así, en esencia, las tiendas insignia han pasado de ser un punto de venta a una especie de centro de marketing y gestión de la marca. Cuanto más grande es su valor, mejor puede ser resaltado por las tiendas insignia en relación con la capacidad de las tiendas insignia de ofrecer experiencias de marca, diferenciación de marca en un mercado sobresaturado, creación de comunidad, educación del consumidor y marketing para la marca.
El valor a largo plazo de tener este tipo de tiendas justifica la inversión realizada, haciéndolas por lo tanto, una necesidad absoluta en la caja de herramientas de cualquier marca que quiera triunfar y destacarse en el mundo de hoy.
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