Las nuevas tecnologías, el panorama económico y político, así como la falta generalizada de tiempo, han ido modificado durante estos últimos años las tendencias de consumo. De acuerdo al informe “Nielsen 360”, centrado en España y que ha sido elaborado por la consultora The Nielsen Company en el primer semestre de 2016, y a información proporcionada por el portal “Profesional Retail”, el nuevo consumidor y panorama post-crisis se caracterizan por:
Hábitos de compra dispares
Uno de los nuevos rasgos del consumidor es su “bipolaridad”, según define Nielsen refiriéndose la disparidad en sus hábitos de consumo. Siete de cada diez consumidores planifica su compra. Sin embargo, el 60% de estos termina comprando también productos que no estaban previstos.
Hipersensibilidad al precio y a las promociones
En los últimos años, el consumidor ha desarrollado una preocupación especial por su bolsillo. Dos terceras partes afirma conocer el precio de todos o casi todos de los productos que consumen. Además, esta hipersensibilidad ha generado un afán por buscar los mejores precios, despertando un especial interés por las promociones. Tres de cada cuatro españoles asegura tener en mente las promociones cuando hacen la compra. Además, el 38% busca activamente ofertas en su lugar de compra habitual, mientras que el 20% cambia incluso de tienda con tal de encontrar una aún mejor.
Mayor valor a la rapidez y simplicidad
Aunque a la hora de decidir su lugar de compra le dan mucha importancia a la relación calidad-precio, los compradores ya no consideran este el factor principal de elección. Ahora valoran el hecho de que les resulte más fácil y rápido hacer la compra, ya que disponen de poco tiempo.
Mayores visitas a tiendas, menor gasto por compra:
La frecuencia de visitas creció un 1,6%, mientras que el ticket medio descendió un 0,6%. Esto quiere decir que los consumidores acuden con mayor frecuencia al supermercado para satisfacer necesidades puntuales o realizar la compra del día.
Aumento en la compra de productos frescos
Los españoles gastaron 71 mil millones de euros el año pasado en cubrir sus necesidades de alimentación, cuidado del hogar y personal, 21 mil millones de los cuales corresponden a productos frescos, un 3.3% más que el año anterior. Sin embargo, el comportamiento ha sido desigual, ya que las frutas y verduras tuvieron un incremento del 9,8% y 8,1% respectivamente, y en cambio la carne descendió un 0,3%.
Proximidad altamente valorada
Por practicidad, el consumidor se inclina mucho más al formato de proximidad. Consecuentemente, el supermercado es el establecimiento que más ha crecido, un 0,5% comparado con 2014. El hipermercado empieza ahora a recobrar su actividad gracias a categorías de no alimentación.
Internet, fuente de información
El canal de compra online es el menos maduro, significando menos del 1% en el sector del gran consumo. Sin embargo, el 60% de los consumidores accede a la web de un distribuidor para mirar ofertas, y un 24% entra para buscar información de productos, lo que convierte a las plataformas online en una valiosa fuente de información.
Se recupera el optimismo
Según el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez, “todas las secciones del supermercado crecieron el año pasado gracias a un entorno más optimista de consumo, por lo que el mercado muestra síntomas de recuperación sólidos. Sin embargo, hay algunas sombras en el horizonte como la caída de la población en España y ciertas incertidumbres políticas y económicas, aunque la cesta de la compra es menos permeable a estos vaivenes que otros sectores como la automoción. Uno no deja de comer por la incertidumbre del país, pero sí posponer ciertos gastos como comprar un coche, renovar un electrodoméstico, etc.”
De hecho, el sector del Gran Consumo ha crecido un 1,7% en 2015, el mejor resultado en los últimos 7 años, datos que indican una clara recuperación de la economía.