El takt time es un indicador del ritmo al que una empresa ha de producir un determinado producto para satisfacer la demanda. Este concepto, que se basa en los principios de eficiencia y productividad, debería convertirse en una parte esencial de la estrategia de tu negocio. Entre otras razones, porque te permite alinear la velocidad de creación con las estimaciones de venta, optimizar la gestión de recursos y mantener un flujo de trabajo constante.
¿Qué es el takt time?
El takt time es un concepto utilizado en la industria para determinar la velocidad óptima de producción y, de este modo, mantener un ritmo de trabajo continuo. Se basa en la relación entre la demanda del cliente y el tiempo disponible para satisfacerla. Por lo tanto, es una herramienta muy útil para evitar dificultades operativas y económicas.
El término deriva de la palabra alemana taktzeit, que se traduce literalmente como “tiempo de ciclo”. La idea proviene del sistema de producción ajustada o lean. Esta se define como el tiempo que un fabricante tiene para crear una unidad de producto con el fin de satisfacer las necesidades de su clientela.
El ritmo de producción actúa como un factor esencial que ayuda a equilibrar la producción con la demanda del mercado. De esta forma, puedes evitar dos obstáculos: un abastecimiento excesivo que se traduce en un desperdicio de bienes y una falta de recursos que podría conducir a la pérdida de oportunidades de venta y la insatisfacción de tu público. En ambos casos, puede haber problemas operativos y financieros que afecten el funcionamiento eficiente del sistema.
Al implementar y administrar adecuadamente la velocidad de producción, conseguirás que tus clientes tengan una experiencia de compra fluida, eficaz y satisfactoria.
¿Por qué es importante el takt time?
Sus beneficios en la cadena de trabajo son evidentes y se reflejan en varias áreas críticas:
- Incremento de la productividad: Proporciona un objetivo claro y cuantificable para la línea de elaboración. Al definir la regularidad óptima de fabricación, es posible aumentar la eficacia y disminuir el despilfarro, lo que facilita una planificación más precisa.
- Satisfacción del cliente: Su aplicación adecuada te permite cumplir de manera efectiva con lo que demanda tu público. También posibilita la identificación y resolución de posibles cuellos de botella que pueden dificultar la entrega de productos.
- Reducción del lead time: Se trata de disminuir el tiempo total que transcurre desde que se recibe la orden de compra hasta que se entrega y cobra el producto. La optimización del ritmo de fabricación contribuye a la reducción del lead time, lo que a su vez mejora el rendimiento y fomenta un proceso productivo constante y fluido, ya que elimina tiempos de espera innecesarios.
Ejemplo de una frecuencia de fabricación óptima
Para que comprendas mejor la gran relevancia del ritmo de producción, vamos a mostrarte un ejemplo práctico en el contexto de una línea de ensamblaje de automóviles.
El compás productivo se basaría en la demanda de un tipo concreto de coche y en el tiempo disponible para fabricarlo (por ejemplo, 8 horas por turno). La fórmula para calcular el intervalo ideal de producción es sencilla: dividir el tiempo laboral disponible entre los encargos del cliente. Gracias a esta operación, podrás obtener datos precisos sobre la velocidad de fabricación requerida.
Supongamos que el resultado dicta que se puede obtener 1 automóvil cada 30 minutos. Conocer este dato beneficia a la empresa en los siguientes aspectos:
- Se mantiene un ritmo de producción ajustado a 1 automóvil cada 30 minutos, se evitan cuellos de botella y se reducen tiempos de espera.
- Se eliminan los excedentes y disminuyen los costes de almacenamiento.
- Mejora la efectividad al aumentar la producción con los mismos recursos y mano de obra.
Estrategias para optimizar tu takt time
Si quieres optimizar el compás productivo, las siguientes estrategias te resultarán de gran ayuda:
- Comprender la demanda: Esto implica conocer cuántos productos desean tus clientes y cuándo los necesitan.
- Garantizar los recursos adecuados: Debes contar con los materiales, la maquinaria y el personal necesarios para cumplir con los encargos.
- Ajustar la capacidad de fabricación: Si las solicitudes superan tu rendimiento actual, es imprescindible encontrar maneras de aumentarla. Esto conlleva equilibrar la velocidad de elaboración con los requerimientos del cliente.
- Mejorar el proceso productivo: Puedes lograrlo mediante la eliminación de residuos y la optimización de los sistemas.
- Monitorizar y ajustar: Dado que las peticiones pueden variar, se ha de revisar y ajustar el intervalo productivo según sea necesario.
Por último, no olvides que optimizar procesos supone una actitud de mejora continua. En este sentido, una correcta gestión del tiempo de ciclo mejora la satisfacción del cliente y fortalece la posición en el mercado.
No esperes más para tomar el control de tu producción, reducir costes y superar las expectativas de tus clientes. Implementa el takt time hoy mismo y comienza a ver resultados tangibles en tu negocio.
¡Apúntate a nuestra newsletter y sé el primero en recibir nuestros artículos!