El inventario de consignación debe gestionarse de manera adecuada. Si no efectúas una buena preparación, acabarás por dificultar el funcionamiento de la cadena de suministro. Por suerte, existen diferentes consejos que puedes poner en práctica para ganar en eficiencia.
Claves para gestionar bien un inventario de consignación
Una buena gestión se basa en una preparación a conciencia. Gracias a ella, anticipas qué productos incluirás en el inventario o a las partes implicadas, como son los proveedores. El objetivo que debe guiarte es ganar en claridad y detalle.
La aplicabilidad
Aplicar la consignación a cualquier tipo de mercancía y flujo de trabajo no es recomendable. Para sacarle el máximo partido, es imprescindible que antes te asegures de que tu sector y producto pueden aprovechar el modelo. Ten en cuenta que, una vez aplicado, será difícil cambiarlo por otro método.
Un buen ejemplo de empresas que no aprovecharían la consignación es el de las que no tienen canales de venta fiables. Las circunstancias se agravarían en caso de no disponer de compradores estables, si los bienes son de nicho o de una corta vida útil. Asimismo, una empresa que fabrica bajo pedido tampoco le sacará provecho porque lo habitual es que tenga un inventario de seguridad pequeño. Al fin y al cabo, su producción no es elevada.
Búsqueda de un buen socio comercial
Dado que el inventario de consignación se basa en acuerdos, necesitas establecer una relación comercial estable. Para conseguirlo, es esencial recurrir a socios fiables y que apuesten por alcanzar el beneficio mutuo. Por tanto, cada parte debe aportar su grano de arena y actuar de manera coordinada. Por ejemplo, el expedidor tendrá que suministrar productos de calidad a tiempo y el consignatario los comercializará al cliente acertado.
El contrato de consignación
Tras haber encontrado el socio adecuado, llega el momento de redactar el contrato de consignación. La primera clave que debes tener en cuenta es que debe ser jurídicamente sólido. Una forma de conseguirlo es reflejando de manera precisa los intereses de cada parte, pero recuerda que las dos tienen que salir ganando. Además, procura clarificar los acuerdos y expectativas para evitar problemas a largo plazo.
Beneficios de la consignación de productos
Optar por la consignación de productos, siempre que sea posible, aporta varios beneficios. De entre todos, destacan los siguientes:
- Menores riesgos financieros. El consignante evita una excesiva producción al poseer sus productos hasta el momento en el que se realiza la venta. Por tanto, no se expone a los problemas de una falta de demanda.
- Mercando amplio. Es más sencillo llegar a nuevos clientes, pues no se depende de la ampliación de la red distribución propia.
- Exposición y promoción. El consignante, a través del consignatario, aumenta las probabilidades de dar a conocer sus productos. Esto es posible gracias a que el segundo los muestra en el lugar de venta.
- Costes iniciales reducidos. Al no tener que adquirir un inventario de consignación, el gasto y el riesgo de no vender los productos disminuye.
- Comisión por venta. La recibe el consignatario por cada venta que realiza, lo que le incentiva a promover y vender los productos del consignante.
- Flexibilidad en la gestión. Se produce dado que el consignatario no tiene que comprar productos por adelantado ni mantener un inventario en stock.
Negocios que aprovechan la consignación de productos
A grandes rasgos, la consignación de productos destaca en negocios que involucran venta de bienes tangibles. Un ejemplo es la industria de la moda, como las cadenas de tiendas de ropa. Estas trabajan con diseñadores o marcas mediante el método mencionado. También funcionan así las galerías de arte, ya que actúan como intermediarios de los artistas al promover y vender sus obras.
Lo mismo ocurre con las joyerías, tiendas de muebles y de antigüedades y las librerías. Estos negocios tienen en común la venta de productos de marcas, autores o fabricantes ajenos. Unos ponen el lugar de venta y promoción, mientras los otros ofrecen sus creaciones con el fin de simplificar la comercialización.
¿Cómo son los acuerdos de consignación de productos?
Para adaptarse a la realidad de los diferentes sectores, se aplican varios tipos de acuerdo. Su finalidad es la de mejorar el control de los precios de consignación. El precio de venta sugerido es uno de los acuerdos posibles, y se usa como guía que permite al consignatario hacer ajustes dentro de un rango aceptable. Otra opción son las comisiones, que garantizan una cierta cantidad de dinero por producto comercializado.
Junto con los anteriores, algunos consignatarios y consignantes acuerdan precios mínimos garantizados, donde los primeros se comprometen a no bajar de la cifra marcada, algo que protegerá el valor e imagen del bien. También puedes encontrar los descuentos y promociones, dos maneras de estimular temporalmente las ventas.
Manejar un inventario de consignación es esencial para el futuro de tu negocio. Para no caer en errores, no olvides buscar proveedores fiables y redactar un buen contrato. Además, dispones de una gran flexibilidad a la hora de cerrar el acuerdo según el sector en el que te encuentres.
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